A consecuencia de la guerra entre Rusia-Ucranía, el mundo y organizaciones han tomado represalias contra el país liderado por el presidente Vladimir Putin, mismas que han afectado principalmente a la economía.
El mundo del deporte ha hecho lo propio y algunas organizaciones como la UEFA o la FIFA han castigado a Rusia, no permitiéndoles jugar o vetarlos.
Algunos de los ejemplos son que la UEFA determinó que la final de la Champions cambiaría de sede; originalmente se iba a jugar en San Petersburgo y ahora será en Francia. Por su parte la FIFA determinó que Rusia no podrá participar en el mundial de Qatar 2022, además de que no se disputará competición internacional alguna, queda vetada su bandera y su himno y su selección sólo podrá jugar con el nombre ‘Unión de Fútbol de Rusia (RFU)’.
Los partidos de octavos de final de la Europa League entre el RB Leipzig y el Spartak de Moscú (10 y 17 de marzo) también fueron anulados debido a la guerra de Ucrania.
Por su parte la Ejecutiva del Comité Olímpico Internacional hizo una petición a las federaciones deportivas internacionales y a los organizadores de pruebas deportivas en todo el mundo a que hagan todo lo que esté en su mano para garantizar que no se permita la participación de atletas o dirigentes deportivos de Rusia o Bielorrusia con estos nombres.
Otros deportes que se han sumado a estas acciones han sido la Federación Internacional de Bádminton (BWF) ha cancelado los torneos previstos en Rusia y Bielorrusia y la no adjudicación de más competiciones a ambos países, Moscú perdió la cita de la Premier League de Kárate que se llevaría a cabo del 7 al 9 de octubre, por su parte la Federación Internacional de Natación (FINA) decidió cancelar los Mundiales júnior, que iban a disputarse en agosto en la ciudad rusa de Kazán.
Con información de: Marca.com