Un estudio del proyecto ‘COPPADIS’, impulsado por el Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento (GETM) de la Sociedad Española de Neurología (SEN), ha evidenciado que el Parkinson no afecta de igual forma a hombres y mujeres.
En concreto, diferentes factores genéticos, hormonales, neuroendocrinos y moleculares son los que parecen estar implicados en las diferencias en la patogenia de la enfermedad de Parkinson entre hombres y mujeres.
De hecho, ya se sabe que la incidencia y prevalencia de la enfermedad es entre 1,5 y 2 veces mayor en hombres que en mujeres y que el inicio de la enfermedad en mujeres es ligeramente más tardío que en hombres.
Los hombres con enfermedad de Parkinson muestran una mayor tendencia a desarrollar una mayor discapacidad relacionada con los síntomas no motores de la enfermedad. Por el contrario, las mujeres ven más afectada su capacidad funcional para realizar las actividades de la vida diaria.
Con información de: Proceso.com