Autoridades estadounidenses han detectado un aumento en el número de ciudadanos rusos y ucranianos que cruzan, desde México, en busca de asilo político.
Estos migrantes se transportan en automóviles usados que adquieren en México, a un costo muy bajo, para después cruzar la franja fronteriza y una vez dentro de Estados Unidos se entregan a oficiales federales a quienes les piden el asilo.
Por su parte, la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) clausuró más de la mitad de los carriles de ingreso desde Tijuana, Baja California, para que los conductores muestren sus identificaciones.
Con información de: Milenio.com